El deber ser del Capellán en la Institución lleva a pensar ser el ideal y perfil de un trabajo espiritual entendido como “cuidado pastoral de una comunidad educativa específica” que involucra, además de sus facultades sacerdotales tales como oír confesiones, ser maestro de la Palabra de Dios que tenga cuidado fiel de la predicación, celebrar dignamente la eucaristía y administrar los otros sacramentos que le competen a sus facultades sacerdotales, tener un carisma especial para llegar de manera gradual al corazón de sus fieles desde la propuesta del Evangelio y la presencia institucional de la Iglesia”.
Actividades que se proponen dentro del quehacer del Capellán
Preparación de convivencias y charlas dinámicas acordes a las problemáticas de la comunidad educativa que permitan el esparcimiento y el aprendizaje mediante actividades lúdicas.
Celebración de la eucaristía.
Actualización de los temas que aquejan a la adolescencia y a la juventud iluminados desde el evangelio.
Además de su función pastoral, el capellán acompaña la tarea de la educación cristiana católica y participa de las acciones de índole solidario.
Fortalecemos el espíritu y la comunidad, guiados por la fe y el amor en nuestra Capellanía, donde cada encuentro es una oportunidad para crecer y compartir en la luz de Cristo.